Mary Cassat
Deshabitamos los espacios
para habitar nuevas miradas,
construir con lanas y colores
el tejido cálido de tu risa.
Todo es tan impreciso que el paladar
adquiere vocabulario mientras te piensa.
Y se aceleran los dos corazones que me habitan
en este rítmico Septiembre que anuncia tu llegada.
Habitas mi espacio
que ya no me pertenece
y recorres mi cintura henchida
de amor y de vida
en el vaivén sublime de este sueño.
Te encuentro en el habitáculo
de la creación y mi calma te acuna
con nanas que guardaba
en la memoria de mis ancestros.
Desde lejos me conocías,
reconocí tu presencia
y mis sentidos se abrieron a ti.
Ahora que aún eres sólo mía
se deslizan los tiernos lazos amor
por nuestra sangre , esos que
nos mantendrán unidas siempre.
Teresa Suárez.
Me has emocionado.
ResponderEliminarGracias, Juan. La habitante de mi planeta está apunto de ver la luz!!Besos!!
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