Muchacha en la ventana, Dalí.
Estaba mucho más allá, en ese mucho más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos.
Carmen Martín Gaite.
La verdad es que, en contra de lo que pudiera esperarse, este texto de Martín Gaite me produce tristeza. Nadie puede encerrar la mirada, sin duda, ni la imaginación, pero que tenga que ser actual... es bastante frustrante.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Walden!!Es que es un texto triste, pero hay tantas ventanas!tantos muros imaginarios y físicos!...en realidad el texto es un "a pesar de", por eso me gustó. Me encanta que siempre escribas, gracias ; )
ResponderEliminarBesos!!